"Cataratas y Diabetes: por qué no esperar para operar"
¿Sabías que la diabetes puede afectar tus ojos silenciosamente, incluso antes de que notes síntomas? Muchas personas esperan a ver borroso o a tener molestias para consultar, pero cuando se trata de visión y diabetes, el tiempo lo es todo. Una cirugía a tiempo puede marcar la diferencia entre conservar una buena visión… o perderla progresivamente.

La diabetes
La diabetes es una enfermedad que puede impactar todo el cuerpo, y los ojos no son la excepción. Con el paso del tiempo, los niveles altos de glucosa pueden dañar los vasos sanguíneos de la retina (retinopatía diabética), generar edema macular, acelerar la aparición de cataratas e incluso afectar el nervio óptico.
Lo más importante: muchas veces estos cambios son silenciosos al principio. El paciente sigue viendo “más o menos bien” mientras el daño avanza por dentro.
Por eso, esperar a que los síntomas se hagan evidentes puede ser un error.
¿Por qué operar las cataratas tempranamente?
A los pacientes diabéticos es imprescindible revisarles el fondo de ojos (o sea, el estado de su retina) de manera periódica. Cuando las cataratas están avanzadas, es decir, cuando el cristalino está muy opaco, podría ocurrir que la retina ya no se pueda visualizar. O que se visualice mal y que alguna lesión peligrosa pase desapercibida por el oftalmólogo. Quizás esa sea la razón más importante del por qué operar de cataratas a tiempo puede evitar severas complicaciones.
La cirugía de cataratas genera algo de inflamación siempre. Los pacientes diabéticos suelen estar propensos a tener inflamación intraocular. Entonces, no es lo mismo una cirugía de 10 minutos, que una de una hora. Mientras más precoz la cirugía, menos inflamación postoperatoria habrá.
Los pacientes diabéticos atraviesan un estrés importante por su patología y a eso se le suma el deterioro visual que generan las cataratas, afectando su calidad de vida. Tener una visión restablecida a tiempo le ayudará a enfrentar sus otras molestias con más ánimo, seguridad y autonomía.
Hay algo muy importante a tener en cuenta y es el hecho de que LA CIRUGÍA está indicada si el paciente no presenta signos de enfermedad en la retina o si la misma está bajo control. Entonces, por lo general, en esos casos el pronóstico visual es mucho mejor.
Por ejemplo, una visión nítida mejora el control de la diabetes, ya que permite leer correctamente etiquetas, dosis, glucómetros… y la mejora del ánimo ayuda también a la actividad física, factores clave en el tratamiento.
Les cuento una experiencia que la comparto cada tanto con los pacientes diabéticos. Durante la pandemia, atendí a 2 pacientes diabéticos casi ciegos de ambos ojos por diabetes. Uno era el tío de una de mis secretarias y la otra era la madre de una amiga. Ambos con cataratas de ambos ojos muy avanzadas. En ambos, no se podía ver el fondo de ojos. Sólo se podía saber mediante ecografía que la retina estaba en su lugar, más no si funcionaba. En esos casos, no queda otra que operar las cataratas y rezar para que no haya patología en la retina, porque si es así, la retina literalmente se “incendia” después de la cirugía. Entonces no había garantía de recuperar la visión. Lo único alentador es que ambos pacientes tenían su diabetes relativamente estable. Pero su calidad de vida muy deteriorada por su pésima visión.
Gracias a Dios, las cirugías de los 2 ojos de ambos pacientes fueron un éxito y no había enfermedad retinal, por lo que recuperaron el 100% de su visión. El final fue feliz, pero todo era incierto. Con esto les quiero decir que no hay que llegar nunca a estos extremos.
La cirugía como parte del cuidado integral
No se trata solo de “sacar una catarata”, sino de cuidar a la persona entera. En nuestro centro, abordamos cada caso con una mirada integral, coordinando con los especialistas en diabetes, con la especialista en retina y el entorno del paciente.
Porque ver bien no es un lujo. Es parte de vivir bien.
Y en los pacientes con diabetes, ver bien a tiempo puede cambiarlo todo.
Conclusión:
Si tenés diabetes o un familiar con esta condición, no esperes a que la visión se deteriore. Consultá con un oftalmólogo especializado. En muchos casos, una cirugía a tiempo no sólo mejora la visión, sino que ayuda a cuidar la salud general.
Dr. Luis Nieto Silva
Especialista en Oftalmología