👓 "Cuando el brazo ya no alcanza: la historia de nuestros ojos al llegar a los 45"

No es una enfermedad, no es un error, no es un castigo. Es un proceso natural. Nuestros ojos, como nosotros, también cumplen años.

Paciente recién operada de presbicia, leyendo la cartilla de lectura al otro día de la cirugía.

La Presbicia

Hay un día, en algún punto después de los 45, en el que notamos algo curioso: alejamos el celular para leer un mensaje… y lo alejamos… y lo alejamos un poco más… hasta que el brazo ya no da para más. Esa es la primera señal. La presbicia no avisa con dolor, ni con alarma, ni con urgencia. Simplemente llega.

Envejecimiento del Cristalino

La presbicia es el envejecimiento del cristalino, la lente natural del ojo. Con el tiempo, va perdiendo elasticidad y ya no enfoca con la misma agilidad de antes. Es como si el zoom automático empezara a tomarse más tiempo… o directamente dejara de funcionar. Y aunque esto es completamente normal, muchas personas se sorprenden o incluso se frustran cuando aparece.

¿Cómo puede ser que justo ahora, que me siento mejor que nunca, me fallen los ojos?

Pero lo cierto es que no se trata de un “fallo”. Se trata de adaptarse. De acompañar a nuestros ojos en esta nueva etapa, como lo hacemos con otras partes del cuerpo. Así como ajustamos el entrenamiento físico o la alimentación, también podemos ajustar la forma en que vemos el mundo.

La buena noticia es que hoy existen muchas opciones para tratar la presbicia: anteojos, lentes de contacto, y en muchos casos, cirugía. En nuestro centro, cada decisión se toma con vos, escuchándote, entendiendo tus necesidades visuales, tus hábitos y tu estilo de vida. Porque no se trata solo de ver bien de cerca. Se trata de ver la vida con claridad, sin renunciar a la comodidad ni a lo que te hace sentir vos.

La presbicia puede ser la excusa perfecta para redescubrir la lectura, para elegir unos anteojos que te identifiquen, o para dar el paso hacia una solución definitiva. Lo importante es no ignorarla. Porque cuanto antes tomemos conciencia, mejores decisiones podemos tomar.

Y si ya estás con el brazo estirado como si estuvieras pidiendo auxilio en el medio del mar… es hora de escucharlo: tus ojos están hablando.

 

Dr. Luis Nieto Silva

Especialista en Cirugía Facorefractiva

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